LA SENSIBILIDAD QUÍMICA MÚLTIPLE (MULTIPLE CHEMICAL SENSITIVITY)
Por el Presidente del Fondo para la Defensa de la Salud Ambiental y autor del libro «SQM. El riesgo tóxico diario» , Carlos de Prada
HIPERSENSIBILIDADES
Podría escribirse mucho sobre determinados efectos de los tóxicos ,como pueden ser los de los tóxicos sensibilizantes, que son aquellos que al inhalarlos o por contacto con la piel pueden generar reacciones de hipersensibilidad. Si nos dedicamos a leer las etiquetas de muchos productos de uso cotidiano en los hogares veremos cuantos de ellos pueden generar este tipo de reacciones. Pensemos por ejemplo, en los pesticidas domésticos. Basta leer sus etiquetas para encontrarse con advertencias tales como que pueden causar -además de otras cosas como una neumonía química, narcosis o depresión respiratoria o del Sistema Nervioso Central- hipersensibilidades.
Una vez que una persona ha quedado sensibilizada frente a uno de estos tóxicos, frecuentemente a consecuencia de una respuesta inmune, bastará muchas veces con una exposición a concentraciones muy bajas para que se produzcan respuestas alérgicas que pueden llegar a ser muy graves. Muchos casos de rinitis, asma, alveolitis, bronquitis, eczema de contacto, urticaria de contacto o blefaroconjuntivitis tienen esta explicación.
Para complicar el cuadro se puede dar también una “reactividad cruzada” a otros compuestos con estructura química similar. Es decir , que ya no solo se reaccionaría frente a la sustancia concreta que produjo la sensibilización, sino frente a otras más o menos semejantes. Y en esa tesitura ya no solo sustancias sensibilizantes, sino también simplemente irritantes pueden generar reacciones (1). En algunos casos estas personas no mejorarán en tanto sigan exponiéndose a los tóxicos que producen sus reacciones, lo que puede llevar a que, si es en el entorno laboral, tengan que coger muchas bajas o incluso a que pierdan su trabajo.
Este tipo de respuestas de hipersensibilidad son cada vez más frecuentes, como no podía ser de otro modo ante la creciente exposición a sustancias químicas que pueden generarlas en los más diversos ambientes. Y, con los matices que luego haremos, guardan un innegable vínculo con el tema del que vamos a ocuparnos a continuación.
LA SENSIBILIDAD QUÍMICA MÚLTIPLE
LOS “CANARIOS” DE LA MINA
Hay muchas enfermedades o problemas sanitarios que pueden originarse a consecuencia de la exposición a sustancia químicas tóxicas, pero hay una dolencia que tiene unas peculiaridades que pueden ayudarnos a comprenderla no sólo a ella, sino a todas las demás. Me refiero a la Sensibilidad Química Múltiple (SQM) (2).
Diversas enfermedades que muy frecuentemente pueden tener un origen tóxico: cánceres, asma, diabetes,… a pesar de lo cual ninguna lleva normalmente el apellido de “química”, aunque muchas veces lo mereciesen.
La Sensibilidad Química Múltiple sí lleva ese apellido. Y ello es así porque es una de esas enfermedades que emergen más claramente del “iceberg” del que hablamos en su momento ,el de carga de enfermedad que los tóxicos están generando. Una de las enfermedades cuyo origen tóxico es más claro y que puede servir ,por tanto, para que reparemos en hasta que punto lo tóxico puede producir una patología compleja, sin que tantas otras posibles causas lo puedan disfrazar. Es una enfermedad indicadora que hace que no sólo la veamos a ella , brillando como la punta de un “iceberg” sino que sirve para advertirnos de que bajo ella hay siempre una “masa de hielo” de enormes proporciones. La masa de las enfermedades causadas por factores semejantes a los que hacen surgir la SQM aunque no de forma tan visible a simple vista.
No se si algunos de ustedes serán o no aficionados a las setas. Pero lo que sucede con esta enfermedad en relación al panorama de todas las demás enfermedades producidas por los tóxicos es lo mismo que lo que sucede entre la seta y el resto del organismo vivo al que está unida , que es inmensamente mayor, y que permanece enterrado sin que podamos verlo. La SQM es la “seta” , la parte visible que emerge del gran hongo del que forma parte y que tiene entramados muy extensos bajo tierra.
Míles de investigaciones han ido desenterrando y dado a conocer partes de ese enorme y muy ramificado “hongo” de las enfermedades ambientales, un “hongo” tóxico que ha ido extendiéndose y reproduciéndose enormemente en las últimas décadas sin que muchos supieran verlo. En la enfermedad que abordamos ahora por el contrario, para llegar a conocer su origen tóxico, no ha habido que escarbar demasiado, porque es evidente. Evidente incluso para buena parte de los afectados, a diferencia de los de otras enfermedades que desconocen la causa de haberlas contraído.
Normalmente vivimos rodeados de tóxicos, los respiramos, los ingerimos,… sin notar nada extraño, aunque nos estén haciendo enfermar. Una persona puede tener un cáncer de mama , una endometriosis, una diabetes,… derivados de la exposición a unos tóxicos determinados, pero puede seguirse exponiendo a esos tóxicos sin notar nada extraño. Muy frecuentemente los efectos pueden tardar incluso años en manifestarse, dificultando la asociación con una exposición química concreta. Pero esto no sucede así con los afectados por la Sensibilidad Química Múltiple, los cuales reaccionan de forma inmediata a la exposición ,incluso a niveles muy bajos de un contaminante. Basta una moderada concentración de moléculas en el aire, normalmente por debajo de los niveles “legales” de contaminantes de los que hablaremos en su momento (porque hay mucho que comentar), para hacer estallar los síntomas.
Las personas con Sensibilidad Química Múltiple son como “detectores vivientes” de esos niveles supuestamente “bajos” y que, en realidad, hacen enfermar a tanta otra gente. Si metiésemos uno de estos afectados en nuestras casas, donde nosotros creemos estar viviendo seguros, estos afectados recibirían un impacto brutal procedente del formaldehído que hay en su interior emanado desde las maderas conglomeradas o los productos de limpieza. Y es probable que padeciesen inmediatamente por cosas como el bisfenol A de los plásticos o los ftalatos y otras sustancias de los perfumes, los restos de insecticida, el benceno o el tolueno del ambientador,… Todas esas sustancias tóxicas que están ahí, afectándonos sin que lo sepamos, golpearán tremendamente a estas personas que tienen una capacidad de detectarlas centenares de veces más aguzada que la nuestra. Y sufrirán síntomas por ello.
Viendo la soberbia invasión de tóxicos que hay en nuestro mundo moderno, resulta fácil hacerse una idea de hasta que punto es difícil para estas personas poder hacer una vida normal. Ni la mejor mascarilla les permite encontrarse bien en muchos lugares.
Hasta hace muy poco era muy escaso el número de personas que había oído hablar de esta enfermedad en España, sólo algunos médicos que atienden a estos afectados y ,por supuesto, una parte de quienes la padecen, y digo una parte, porque acaso sea mayor aún el número de los que ,padeciéndola, ni quiera saben lo que les está sucediendo.
La primera noticia que tuvieron muchos españoles de esta enfermedad fue hace poco, cuando las televisiones se hicieron eco de lo que le sucedía a una joven llamada Elvira Roda. Su caso saltó a los medios de comunicación cuando se supo que esta afectada de Sensibilidad Química Múltiple no tenía medios para retornar a España desde Dallas, en los Estados Unidos, donde había acudido para recibir tratamiento en una de las pocas clínicas especializadas en este tipo de enfermedades. No era sólo que no dispusiera de medios económicos, que por cierto también los tenía muy mermados, es que si se montaba en un avión normal era probable que la mejoría que pudiera haber tenido tras meses de tratamiento se perdiese en el avión de vuelta tan sólo por respirar los ambientadores, perfumes, cosméticos, pesticidas,… y demás cosas que pueden respirarse en el interior de cualquier avión convencional. Para Elvira, a la que la prensa bautizó como “la chica de la burbuja” cualquiera de las sustancias químicas tóxicas que la mayor parte de la población respira sin apenas alterarse (al menos aparentemente) podían originar una grave explosión de síntomas. No valía pues cualquier avión. La gente que leía o escuchaba estos detalles se quedaba perpleja. ¿Será posible que alguien no pueda ni oler un perfume , un ambientador o un producto de la limpieza, por ejemplo?.
Una buena parte de la población no sólo desconocía esta enfermedad sino incluso el hecho de que pueda haber algo malo en ése tipo de productos. Y, por supuesto, al saber sobre lo que le sucedía a Elvira, pensaron probablemente que esas cosas sólo afectaban a unas pocas personas aquejadas por alguna enfermedad “rara” como ésta. Muy lejos está del pensamiento de muchos el que esos mismos productos de uso cotidiano, como hemos visto en éste libro, y aunque no nos demos cuenta, portan sustancias que tienen que ver con muchos de los casos de las enfermedades comunes que padecemos (cáncer, asma, problemas reproductivos,…). La gente veía la “seta” pero no el “hongo”. No se daban cuenta de que ellos mismos podían formar parte del mismo “hongo” que Elvira. El “hongo” enfermo por los niveles “bajos” de tóxicos a los que todos estamos expuestos cotidianamente, esos tóxicos que todos tenemos en nuestros cuerpos, esos tóxicos que todos comemos, bebemos o respiramos. La única diferencia es que la mayoría no lo notamos, aunque muchas veces enfermemos por ello, pero Elvira sí.
Afortunadamente para Elvira un conocido constructor se ofreció a cederle un avión privado acondicionándolo para ella con un concienzudo proceso de descontaminación química del interior del aparato y pudo volver a España. Meses antes lo había hecho por sus medios otra afectada española, que había estado también recibiendo tratamiento en Dallas con Elvira: la doctora Pilar Muñoz Calero, presidenta de la Fundación Alborada (3) que ha organizado hasta hoy dos congresos de Medicina Ambiental a los que ha traído a algunos de los principales expertos internacionales en la enfermedad. El deseo de Pilar Muñoz Calero es que se potencie la especialización en Medicina Ambiental de modo que los afectados por esta y otras enfermedades ambientales reciban un adecuado tratamiento.
La historia personal de muchas de estas afectadas y afectados (ya que también hay hombres, aunque sean minoría) es todo un calvario de incomprensión por parte de la sociedad, incluidos los propios familiares, los vecinos e incluso muchos médicos escasamente formados en estas cuestiones. Mucha gente no comprende que alguien se ponga a morir simplemente por oler un producto de la limpieza o una colonia. Y no falta quien , sin tener los suficientes conocimientos, achaque todo a factores psicológicos. Creen que el problema está en la persona que es hipersensible y no en el medio cada vez más tóxico en el que vivimos. Cuando es probable que más que una singular hipersensibilidad de algunas personas lo que haya es una super-exposición. Una sobre-exposición que es posible, en alguna medida, por que buena parte de la población parece “insensible” a los tóxicos que les están haciendo enfermar.
Recientemente anduve recabando historias personales de afectados por esta enfermedad. Había un poco de todo. Personas que trabajaban de fumigadores y que acabaron desarrollando la enfermedad a causa de una fuerte exposición a insecticidas . Otras que eran médicos que habían desarrollado su enfermedad por la fuerte carga química de algunos centros hospitalarios. Otros a los que la enfermedad se les había iniciado por fuertes exposiciones a disolventes o productos de limpieza, e incluso por estar expuestas a un vertido tóxico. Otras a las que la enfermedad se la provocó una larga y constante exposición a niveles bajos de los más diversos productos.
Entre las sustancias involucradas en el inicio o el agravamiento de la dolencia la literatura científica cita una larga serie de ellas: plaguicidas , disolventes orgánicos, conservantes de la madera, pinturas y lacas para acabados , productos de perfumería y ambientadores (champú, barnices de uñas y quitaesmaltes, colonias, lociones de afeitado, cosméticos varios, desodorantes de locales) y en fin, las más diversas sustancias presentes (xileno, cloruro de metileno, destilados del petróleo, éteres de glicoles, tricloroetano ,formaldehído, freón, etanol, ácido nítrico, ácido clorhídrico, toluendiisocianato,…). Pueden darles problemas los más diversos elementos que contienen sustancias conflictivas ( desde rotuladores a tejidos o muebles nuevos, pasando por las tintas de periódicos y revistas, los barnices, las colas y pegamentos, algunos plásticos, resinas epoxi, etc)(4).
Se han realizado estudios muy interesantes que muestran , descartando cualquier posible origen psicológico, que la exposición a una serie de compuestos, en niveles muy bajos, aún sin olor alguno que pudiera ser identificado por los afectados, dispara los síntomas.
La Sensibilidad Química Múltiple tiene dos fases, la primera es la llamada iniciación , que es cuando la hipersensibilidad comienza a manifestarse y que puede ser a consecuencia de una exposición aguda a un producto tóxico concreto, sobre todo pesticidas o disolventes (pero también caben otras posibilidades, como los productos de limpieza, o bien como consecuencia e una exposición a lo largo de más tiempo ,incluso a bajos niveles, a una o más sustancias, o una combinación de ambas posibilidades)(5). Así es como se inicia un proceso que, por una serie de causas físicas genera una hipersensibilidad que hace que se vaya pasando a otra fase, que suele llamarse la del disparador o desencadenante , en la que los síntomas pueden ser disparados por una exposición a unos niveles muy bajos de una amplia gama de sustancias (normalmente muchas más sustancias de las que actuaron como iniciadoras, ni siquiera necesariamente relacionadas entre sí).
En cuanto a los mecanismos físicos orgánicos que estarían detrás de esta pérdida de tolerancia a la exposición a las sustancias químicas tóxicas una parte importante de los científicos que han estudiado este tema piensan que lo que se produce es una sensibilización del sistema límbico, muy accesible desde los nervios olfatorios, que exacerba las reacciones ante la presencia de determinadas sustancias, por baja que sea su concentración (6) generándose una pérdida de tolerancia ante esos estímulos exteriores (7). El sistema límbico , ubicado en regiones muy profundas del cerebro, y en el que se integran elementos tan importantes como el hipotálamo, tiene que ver con el control de cosas clave como la temperatura, presión arterial, estimulación gastrointestinal, contracción uterina, la osmolalidad de los líquidos corporales, las emociones, la conducta, impulsos subconscientes ligados al movimiento y a la sensibilidad, las sensaciones agradables o desagradables, dolorosas o placenteras, los ciclos de sueño y vigilia, … y ,en fin, a muchas otras cuestiones fundamentales. La afectación de éste sistema clave explicaría muchos de los síntomas que los afectados padecen y que afectan a muy diversos órganos.
Se han realizado investigaciones muy interesantes sobre la enfermedad, sobre el nivel de implicación que tienen o no otros sistemas del organismo, como el sistema inmunológico, por ejemplo, aunque por cuestión de espacio no podemos extendernos en ello. Citemos tan sólo las del doctor Martín L. Pall, de la Washington State University, que ha analizado la posible relación de la exposición a sustancias químicas tóxicas -formaldehído, benceno, pesticidas,…- con un incremento de los niveles cerebrales de óxido nítrico en los pacientes con Sensibilidad Química Múltiple , algo que también podría estar en la base de otras enfermedades como el Síndrome de Fatiga Crónica , la Fibromialgia, enfermedades autoinmunes (como la esclerosis múltiple), el asma, las alergias, etc…(8). Sus hallazgos podrían mostrar vías muy interesantes para la comprensión de muchas enfermedades con mayor o menor relación con los tóxicos.
Los síntomas que manifiestan los afectados , sobre todo afectadas, ya que en más de un 80% esta enfermedad afecta a mujeres, son muy diversos y afectan a sistemas tales como el sistema nervioso central, músculo-esquelético, piel, mucosas, ojos, cardiovascular, respiratorio, gastrointestinal o genitourinario. Un afectado de SQM, a consecuencia de la exposición a las sustancias químicas tóxicas, puede experimentar dificultades respiratorias, tos, ronquera, otitis, rinitis, afonía, dolores de cabeza, fatiga irritabilidad, pérdidas de memoria y concentración, insomnio, cambios de humor, mareos, alteraciones del ciclo menstrual, debilidad, náuseas, irritación de las mucosas, taquicardia, dolores en el pecho, palpitaciones, ansiedad, depresión dolores musculares, faltas de coordinación, dolores en las articulaciones, espasmos en el esófago, diarreas, estreñimiento, problemas de apetito, prurito, hinchazón facial, dolor de ojos, problemas gastrointestinales, dolores musculares y articulares, trastornos menstruales, vaginitis, impotencia, .. pudiendo tener un gran impacto sobre la calidad de vida. Por si fuese poco , la SQM no suele venir sola, sino que suele solaparse muy frecuentemente con otras enfermedades, como en Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) ,la Fibromialgia (FM) , el asma o las alergias
Investigaciones realizadas en los Estados Unidos mostraron que en torno a un 11% de los americanos manifestaban tener cierta hiper-sensibilidad a productos químicos como pesticidas, pinturas o perfumes, entre otros. Pero obviamente, buena parte de estas personas, no son enfermos de Sensibilidad Química Múltiple sino que simplemente manifiestan tener ciertos niveles de hipersensibilidad hacia algunas sustancias. El porcentaje de los que habían sido diagnosticados con SQM era del 2, 5% (9). En Canadá los datos oscilan entre el 2, 4% y el 3% (10). En Alemania habría tenido un diagnóstico de SQM un 0,5% de su población (sobre un 9% de personas que tendrían una especial sensibilidad hacia algunos productos químicos)(11).
En España no se han llevado a cabo estudios , por lo que especialistas como Joaquim Fernández-Solá y Santiago Nogué, del Hospital Clinic de la Universidad de Barcelona, han de conformarse con realizar estimaciones partiendo de los datos obtenidos en otros países (12), siempre procurando ser cautelosos con las cifras. Los porcentajes así obtenidos estarían en torno a un 0, 5% o un 0, 75% de la población , que en cualquier caso serían más de 200.000 o 300.000 personas(13). Otros expertos como el doctor Pablo Arnold, prefieren ser aún más moderados y estimar en torno a 100.000 o 150.000 personas el número de personas que podrían tener una SQM de cierta gravedad . Estaríamos hablando de un 0,2% o un 0,3% de la población (14). Pero incluso en los escenarios más bajos, como vemos, estaríamos hablando siempre de decenas de miles de personas afectadas. Y además no conviene olvidar que los expertos están detectando un aumento del número de casos, por lo que la incidencia crece de día en día. No olvidemos que el fenómeno de la hipersensibilidad está bastante extendido, por lo que obviamente, si una serie de condiciones de exposición a sustancias químicas siguen progresando no es fácil comprender que también crecerá el de las personas con SQM.
Una dificultad que tienen que afrontar las personas afectadas por estas enfermedades “nuevas” o emergentes es que siempre hay un desfase temporal que hace que se tarde a veces demasiado en que lo que saben los investigadores llegue a ser tenido en cuenta en la práctica médica generalizada. Y eso influye en que , a pesar de los muchos y muy claros síntomas y evidencias físicas que manifiestan(15), no sepan ser diagnosticados muchas veces. Estos pacientes exhiben una serie larga de desarreglos que van desde mastocitosis a problemas en el metabolismo de las porfirinas, pasando por alteraciones en el tiroides, las adrenales o el corazón, enfermedad reactiva de las vías respiratorias superiores, problemas en los procesos de desintoxicación, niveles anormales de algunos enzimas, minerales y vitamínicas, vasculitis, tromboflebitis, problemas gastrointestinales, desórdenes autoinmunes, neuropatía periférica, reducción del flujo sanguíneo en SPECT,… y otros muchos , entre los que cabe citar incluso la alteración de una serie de genes(16). Sin embargo todas esas y otras señales no saben ser interpretadas por muchos doctores.
Alemania fue el primer país en reconocer oficialmente esta enfermedad (17) aunque ,sin duda, es en Estados Unidos y Canadá donde más se ha investigado y publicado acerca de ella. En España, el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, la recoge en sus Notas Técnicas de Prevención( 18 ) y diversas instituciones médicas –tales como el Universitario de Bellvitge, Hospital Clinic o el Vall d´Hebrón, entre otras, atienden enfermos por estas dolencias (19). No obstante, se está a gran distancia de lo que se ve en otros países, como Estados Unidos , donde se han ocupado de ella numerosas instancias políticas, científicas, jurídicas y sociales (20).
Los afectados de SQM están pasando en España por un calvario semejante al que durante mucho tiempo pasaron , y en buena medida siguen pasando, los afectados por el Síndrome de Fatiga Crónica y la Fibromialgia (aún ya bastantes años después de ser plenamente reconocidas estas enfermedades por la OMS). Aunque para ser exactos, con mucha frecuencia, no podemos separar los calvarios que se padecen por los afectados de estas tres enfermedades, ya que suelen solaparse en porcentajes notables. Es decir, que no es infrecuente que ,como ya se ha dicho, quien tiene SQM no tenga a la vez, por ejemplo, un SFC (enfermedad que, por cierto, muchas veces puede tener en su origen una exposición a sustancias tóxicas como los pesticidas).
Una de las cosas que más interesantes me parecen acerca de esta enfermedad es lo que tiene que ver con su tratamiento. Y es que es una de las pocas enfermedades donde no se puede permitir esa ficticia separación que tantas veces , y con tan funestos efectos, se establece al separar el tratamiento de la prevención. En la Sensibilidad Química Múltiple , ambos , tratamiento y prevención, son una y la misma cosa. De hecho la terapia más efectiva no es otra que la simple evitación de la exposición a los productos químicos tóxicos.
Lo que se ha constatado en los Estados Unidos al investigar qué tratamientos estaban aportando más mejoría a estos pacientes (21) es que en un 95% de los casos lo que más ayudaba era crear espacios libres de químicos y evitar las sustancias implicadas y los fármacos eran incluidos entre las peores opciones que no sólo no mejoraban a los enfermos sino que con frecuencia empeoraban su estado. Aquí ,pues, a diferencia de otras enfermedades, no valen fármacos que permitan olvidarse de las causas mientras todo se centra en tratar los síntomas.
Esta es ,precisamente, una de las cosas más importantes que nos hace ver esta enfermedad: la relevancia de la prevención y de la evitación de los tóxicos . Porque lo que decimos sobre la SQM es aplicable, en realidad, a todos los demás problemas de salud de los que hemos hablado en esta obra.
Resulta realmente esclarecedor comprobar los consejos que los médicos –como en España algunos profesionales del Hospital Clinic de Barcelona, por ejemplo- dan a este tipo de pacientes: que si es posible no vivan junto a vías de comunicación con mucho tráfico, ni cerca de gasolineras o industrias químicas, petroquímicas , metalúrgicas o de cualquier otra fuente de emisión de gases tóxicos, que si es posible vivan en el campo, pero evitando, claro está, exponerse a pesticidas, y que, entre otras cosas –como no vivir junto a líneas de alta tensión o antenas de telefonía móvil- eviten la existencia en el interior de sus casas de toda una serie de elementos problemáticos como ciertos productos de limpieza, disolventes, colas, pegamentos, ambientadores, moquetas, barnices, plásticos de PVC, colchones de goma ,poliuretano o estireno,… ) y que , si es posible , intenten que en su lugar de trabajo se adoptan ciertas medidas en relación a ciertos elementos que, como las fotocopiadoras, por ejemplo, pueden liberar sustancias conflictivas (22). Igualmente es clave la ingestión de una dieta sin tóxicos que lleva a que estos afectados sólo deban alimentarse con productos ecológicos. Es evidente, querido lector que si esas directrices las siguieran no sólo los afectados con Sensibilidad Química Múltiple, sino de forma más extensa, todos los habitantes del mundo occidental, es probable que la incidencia de una serie de enfermedades y problemas de salud que hoy están creciendo alarmantemente fuera hoy muy diferente de la que es.
Es por todo ello que creo que debemos prestar una especial atención a los que sufren estas enfermedades, haciendo que, a diferencia de lo que hoy sucede en muchos casos, se les atienda debidamente y se habiliten para ellos espacios donde puedan desenvolverse libremente. Porque, eliminando esas barreras químicas que hoy hacen imposible a estas personas vivir y trabajar con normalidad, barreras que para ellos son tan sólidas como pueda serlo un bordillo para alguien con una silla de ruedas, estaremos al mismo tiempo procurando la salud de otras muchas personas que acaso no desarrollen esas hipersensibilidades, pero sí que tienen una alta probabilidad de desarrollar otros problemas de salud diversos ,desde el cáncer al asma, pasando por otros muchos. En algunas ciudades del Canadá lo han comprendido y se crean espacios sin sustancias químicas conflictivas en escuelas, hospitales, etc. No olvidemos tampoco que una sociedad sana y justa no puede ignorar nunca a las personas que, por las razones que sea, son más sensibles a algo, centrándose sólo en los que aparentemente son más “fuertes”. Aunque, como reconocian las autoridades de la UE por ejemplo al hablar de los niños, demasiadas veces hayamos caído ya en estos errores.
En el interior de muchas minas se tenía siempre una jaula con un canario. El motivo era que en caso de haber una acumulación de gas que pudiera comprometer la vida de los mineros el pájaro, que era más sensible, solía morir antes. Se llamaba a estas aves “centinelas de la vida”. Los afectados de SQM , como a otro nivel puedan serlo las criaturas que se gestan dentro de las mujeres embarazadas, son como los canarios de la “mina” que es nuestra sociedad. Nos dan una voz de alarma que sería temerario desoír.
Cuando vemos que una sustancia a la que nosotros estamos expuestos cotidianamente y cuyo olor incluso nos resulta agradable, produce sin embargo una reacción a una de estas personas, deberíamos reflexionar antes de pensar que es ésa persona la que tiene algo raro , que es ella la que tiene el problema y que nosotros somos “normales” porque a nosotros , según creemos, “no nos afecta”. Antes de emitir tal juicio deberíamos investigar en profundidad si es verdad que “no nos afecta”, pensando que tal sustancia no tiene nada nocivo. Porque hay demasiados lobos con piel de oveja incluso con piel de oveja perfumada. Demasiados venenos con un olor o sabor agradable. O incluso que ni podemos oler ni saborear pero que llegan a nuestros cuerpos en niveles prácticamente indetectables. Esos niveles que como muestran tantas investigaciones, son precisamente los que los científicos nos dicen que más estragos están causando en la salud de la población. Porque una parte del problema es precisamente que tales exposiciones a tóxicos se producen inadvertidamente y de forma más constante, sin que en nuestros cuerpos se encienda una alarma que nos haga ponernos a salvo, mientras los tóxicos se acumulan y acumulan. ¿Son los afectados de SQM esa alarma que debiéramos atender?.
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NOTAS
1 Sensibilizantes. ECOinformas. http://www.istas.net
2 A los que estén interesados en conocer más en profundidad esta enfermedad les remito a mi libro monográfico sobre la SQM, editado por la Fundación Alborada.
3 http:://fundacion-alborada.org (Finca El Olivar. Ctra. M-600 Km 32,400. 28690 Brunete (Madrid). Tfno. 91 8155054)
4 Ver, por ejemplo http://www.multiplechemicalsensitivity.org
5 Miller C, Ashford N, Doty R,et al. Empirical approaches for the investigation of toxicant – induced loss of tolerance. Environ Health Perspect 1997; 105 (suppl 2): 515-9.
6 Anetz BB. Model development and research vision for the future of multiple chemical sensitivity. Scand J Environ Heath 25: 569-73. 1999.
7 Miller CS. Toxicant induced loss of tolerance-an emerging theory of disease? Environ Health Perspect 105: 445-53. 1997
8 Pall ML. Elevated nitric oxide-peroxynitrite theory of multiple chemical sensitivity: central role of N-methyl- D-aspartate receptors in the sensitivity mechanisms. Environmental Health Perspectives 11. Nº 12(sept 2003): 1461-1464
9 Caress S and Steinemann AC (2004) A National Population Study of the prevalence of Multiple Chemical Sensitivity. Archives of Environmental Health 59 (6)
10 Sears M. the Medical Perspective on Environmental sensitivities. (2007). Environmental Sensitivities. Medical Issues. Sears 2007 // Park J and Knudson S. Medically unexplained physical symptoms. Statistics Canada. 12-1-2007 // Statistics Canada, Health Statistics Division, Canadian Institute for Health Information. Health Reports. Supplement to volume 16. 2006 // Statistics Canada. Findings from the 2005 National Survey of the Work and Health of Nurses. 11-12-2006
11 Hausteiner C, Bornschein S, Hansen J, Zilker T, Förstl H. Self reported chemical sensitivity in Germany: A population based survey. International Journal of Hygiene and Environmental Health. Vol 208. Issue 4. 20 july 2005. 271-278.
12 Fernández-Solá, J y Nogué, S. Sensibilidad química y ambiental múltiple. JANO 14-20 septiembre 2007. Nº 1.662. Pgs. 27-30.
13 Cifras más o menos concordantes con las sugerida en una reciente obra divulgativa publicada por otro especialista: Fibromialgia, la verdad desnuda. Víctor Claudín y Ferrán Garcia Fructuoso. La Esfera de los Libros, 2008. Página 19.
14 De un 12 o 13% de población que en distintos países países reporta reacciones singulares ante algunos productos, un 2 o 3% de ellos tendrían SQM (Arnold, P. com. Pers.).
15 Ver, por ejemplo, Donnay AH. 1999. On the recognition of multiple chemical sensitivity in medical literature and goverrment policy. Int Journ of Toxicology 18: 383-393. 1999.
16 McKeown-Eyssen G et al. Case-control studies of genotypes in multiple chemical sensitivity: CYP2D, NAT1, NAT2, PON1, PON2 and MTHR. International Journal of Epidemiology 2004: 33, 1-8.
17 International Classification of Diseases and Related Health Problems (OMS) ICD-10-SGB-V. Deutschen Institut für Medizinische Dokumentation und Information, Internationale Statistiche Klassification der Krankheiten und verwandter Gesundheitprobleme, 10 Revision, 2000. http://www.dimdi.de La clasificación concreta es como Múltiple Chemical Sensitivity Syndrom (MCS) ICD10-Code: T78.4, según puede verse, por ejemplo, en el Portal für Medizin und Gesundheit (Med-Kolleg) http://www.med-kolleg.de/icd/M/18239.htm
18 Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. NTP 557/2000. También se alude a ella en la NTP 595: Plagicidas: riesgos en las aplicaciones en interior de locales. Reconociéndola como una de las enfermedades que pueden derivarse de la exposición a tales compuestos.
19 Fundamentalmente se trata de la labor de algunos médicos concretos que conocen estas patologías, en estos u otros centros médicos o consultas: Nogué, Fernández-Solá, Munné, Alegre, Arnold, Valls, Márquez, García Quintana, Campdelacreu,…
20 Donnay AH. On the recognition of Multiple Chemical sensitivity in medical literature and government policy. Int. Journ of Toxicol. 18: 383-392. 1999.
21 Gibson P R, Elms A N-M , Ruding L. A. Perceived treatment efficacy for conventional and alternative therapies reported by persons with multiple chemical sensitivity. Environmental Health Perspectives. Volume 11, Number 12, September 2003. Concordando con estudios anteriores, Leroy et al. 1996, Johnson 1996, 1997a , 1997b, 1998 o Gibson 2000
22 También ,entre otras cosas, advertían sobre algunos fármacos y señalaban medidas de higiene física y mental y de tratamiento endocrinológico. Tratamiento general de personas con Sensibilidad Química Múltiple. Hospital Clínic. Noviembre 2006.
Copyright Carlos de Prada
ENGLISH VERSION (THIS IS ONLY A GOOGLE TRANSLATION. I´M NOT RESPONSIBLE FOR ERRORS)
THE MULTIPLE CHEMICAL SENSITIVITY (MULTIPLE CHEMICAL SENSITIVITY)
HYPERSENSITIVITY
Could be written about some of the toxic effects, such as the toxic sensitizers, which are those which when inhaled or by skin contact can produce hypersensitivity reactions. If we have to read the labels of many everyday products in the homes we will see how many of them can generate such reactions. Consider, for example, in household pesticides. Just read their labels to meet with warnings such as that can cause, among other things such as chemical pneumonia, respiratory depression or narcosis or Central Nervous System-hypersensitivity.
Once a person has become aware of such a toxic, often resulting from an immune response, often with sufficient exposure to very low concentrations to produce allergic responses that can be very serious. Many cases of rhinitis, asthma, alveolitis, bronchitis, contact eczema, urticaria or contact blefaroconjuntivitis have this explanation.
Complicating the picture can be a «cross-reactivity to other compounds with similar chemical structure. Ie, no longer just react to the substance that caused the sensitization, but to more or less similar. And in that position and not only sensitizing substances, but also can generate simply irritating reactions (1). In some cases these people will not improve while still exposing themselves to toxic substances that produce their reactions, which can lead to, if at work, having to take heavy losses or even losing their jobs.
This type of hypersensitivity responses are increasingly common, how could it be otherwise given the growing exposure to chemicals that can be generated in various settings. And, with nuances that will then, are an undeniable link to the topic which we will address below.
THE MULTIPLE CHEMICAL SENSITIVITY
THE CANARIOS OF MINE
(On this disease is about to see a book I authored and which will be reported when available)
There are many diseases or health problems that may arise as a result of exposure to toxic chemicals, but there is an ailment that has some peculiarities that can help us understand not only to itself but to all others. I refer to the Multiple Chemical Sensitivity (SQM) (2).
Various diseases which very often can have a toxic origin: cancer, asthma, diabetes, … although it usually takes no surname chemistry, but often worth it.
Multiple Chemical Sensitivity it carries that name. This is because it is one of those diseases that emerge more clearly from the «iceberg» we talked about at the time, the burden of disease that are generating toxic. A disease whose origin is clearly toxic and that can therefore be brought in to the extent to which it can produce a toxic complex pathology, with many other possible causes can disguise it. Indicator is a disease that causes not only to see it, shining like the tip of an iceberg «but serves to warn us that under it there is always a mass of ice of enormous proportions. The mass of the diseases caused by factors similar to those that raise the SQM although not as visible to the naked eye.
I do not know if some of you will or will not be fond of mushrooms. But what happens with this disease in relation to the overview of all the other diseases caused by toxic substances is the same as what happens between the mushroom and the rest of the living organism to which it is connected, which is vastly greater, and that remains buried we can not see it. The SQM is the «mushroom», the visible part of the large emerging fungus that is part and has a really long half-underground.
Thousands of researchers have been unearthing and published parts of this huge and highly branched «mushroom» of environmental illness, a «mushroom» toxic has expanded enormously and playing in the last decades without knowing that many see it. As we approach the disease now on the contrary, to get to know their origin toxic, there has been no scratch that too, because it is obvious. Obvious even to many of those affected, unlike those of other diseases of unknown cause having contracted.
Normally we are surrounded by toxic, the breathe, eat the … not notice anything strange, although we are getting sick. A person can have breast cancer, an endometriosis, diabetes, … from exposure to some toxic, but can still be exposed to these toxic without notice anything strange. Very often the effects can even take years to manifest itself, hampering the association with a specific chemical exposure. But this is not the case with those affected by Multiple Chemical Sensitivity, which immediately react to the exposure, even at very low levels of a pollutant. Just a moderate concentration of molecules in the air, usually below levels «legal» content of the talk at that time (because there is much to say), to blow up the symptoms.
People with Multiple Chemical Sensitivity are like «living sensors» of those levels supposedly «low» and that in fact do so many other sick people. If metiésemos one of those affected in our homes, which we believe to be living safe, they would get involved from a brutal impact of formaldehyde that is emanating from inside the timber conglomerate or cleaning products. And it is likely that suffered just such things as bisphenol A or phthalates in plastics and other substances in perfumes, the remains of insecticide, benzene or toluene in the air … All of these toxic substances that are there, without you know, tremendous blow to those people who have an ability to detect hundreds of times more than we aguzado. And therefore suffer symptoms.
Displaying the invasion of toxic arrogance that exists in our modern world, it is easy to get an idea of the extent to which it is difficult for these people to make a normal life. Not the best mask you can find in many places.
Until very recently it was very few people had heard of this disease in Spain, only a few doctors who care for those affected and, of course, a part of those who suffer, and I say partly because it is more yet the number of those who suffer, or want to know what is happening to them.
The first news that had many Spaniards of this disease was recently, when television echoed what happened to a young girl called Elvira Roda. Her case rose to the media when it was learned that this involved multiple chemical sensitivity had no means to return to Spain from Dallas in the United States, where he had gone to receive treatment in one of the few clinics that specialize in this type of diseases. Not only was it did not have financial means, which incidentally was also very impaired, is that if you rode on a plane normal was likely that the improvement that might have taken months of treatment were lost in the plane back only by breathing the air, perfumes, cosmetics, pesticides, … and other things we can breathe in the interior of any conventional aircraft. For Elvira, whom the press dubbed as the «bubble girl» any toxic chemicals that most people hardly altered without breathing (at least apparently) could cause an explosion of serious symptoms. Not worth it any airplane. People who read or heard these details are left perplexed. Is it possible that someone can not smell a perfume, an air freshener or cleaning product, for example?.
Much of the population not only know about this disease, but even that might be something wrong with this type of product. And, of course, know about what happened to Elvira, who probably thought that stuff only affecting a few people suffering from any illness «rare» like this one. Far is thought that many of these everyday products, as seen in this book, and although we do not realize, bearing substances that are related to many cases of common diseases that are suffering (cancer, asthma, reproductive problems ,…). People saw the «mushroom» but not «mushroom». Did not realize they could be part of the «mushroom» that Elvira. The «mushroom» sick levels «low» toxicity could all be exposed to every day, we all have these toxic in our bodies, all those toxic eat, drink or breathe. The only difference is that most do not notice, but often become ill with this, but yes Elvira.
Fortunately for an Elvira known builder offered to give a private plane preparing for her with a thorough decontamination process chemistry inside the device and could return to Spain. Months before he had done for his other hit Spanish media, which also had been receiving treatment in Dallas with Elvira: Dr. Pilar Muñoz Calero, president of the Fundación Alborada (3) that has so far organized two conferences to Environmental Medicine has led to some of the leading international experts in the disease. The desire to Pilar Muñoz Calero is to enhance the specialization in Environmental Medicine so that those affected by this and other environmental illness receive adequate treatment.
Personal history of many of those affected and involved (and there are also men, albeit a minority) is a nightmare of misunderstanding on the part of society, including relatives, neighbors and even many physicians poorly trained in these matters. Many people do not understand that someone is put to death simply because a smell of cleaning product or a colony. And there are those who, without having enough knowledge, any infirmity to psychological factors. Believe that the problem lies with the person who is hypersensitive, and not in the increasingly toxic in which we live. When it is likely that more than a unique hypersensitivity of some people that there is a super-exhibition. Over-exposure is possible, in some measure by which many people seem «insensitive» to the toxic they are sick.
Recently went to seek personal stories of those affected by this disease. There was a little bit of everything. Fumigators of people working and eventually develop the disease because of a strong exposure to insecticides. Others were doctors who had developed their disease because of strong chemical loading of some hospitals. Others that the disease had been initiated by a high exposure to solvents or cleaning products, or even be exposed to a toxic spill. Others that the disease caused a long and constant exposure to low levels of various products.
The substances involved in the initiation or aggravation of the ailment the literature cites a large number of them pesticides, organic solvents, wood, paints and lacquers to finished products, perfume and air fresheners (shampoo, nail varnish and remover, colognes, shaving lotions, cosmetics several deodorizers), and finally, the most diverse substances (xylene, methylene chloride, petroleum distillates, glycol ethers, trichloroethane, formaldehyde, freon, ethanol, nitric acid , hydrochloric acid, Toluenediisocyanate ,…). Problems can give the most diverse substances that contain elements of conflict (from pens to furniture fabrics or new, through newspapers and magazines inks, varnishes, glues and adhesives, some plastics, epoxy resins, etc.) (4).
There have been studies that show very interesting, discarding any possible psychological origin, that exposure to a series of compounds at very low levels, even without any odor that could be identified by those affected, shoot symptoms.
Multiple Chemical Sensitivity has two phases, the first initiation is called, when we begin to manifest hypersensitivity and may be a result of acute exposure to a toxic product specific, particularly pesticides and solvents (but also fits other possibilities such as cleaning products, or as a consequence and exposure over time, even at low levels, one or more substances, or a combination of both possibilities) (5). Here is how it starts a process, a series of physical causes that creates a hypersensitivity to be moving to another phase, usually called the trigger or trigger in which the symptoms can be triggered by exposure to some very low levels of a wide range of substances (usually many more substances that act as initiators, or even necessarily related to each other).
As for the physical mechanisms that organic would be behind this loss of tolerance to exposure to toxic chemicals, an important part of the scientists who have studied this issue believe that what occurs is an awareness of the limbic system, easily accessible from the olfactory nerves, which exacerbated the reaction to the presence of certain substances and their concentration is low (6) generating a loss of tolerance to these external stimuli (7). The limbic system, located in deep regions of the brain, and which integrates elements such as the hypothalamus, has to do with control of key things such as temperature, blood pressure, gastrointestinal stimulation, uterine contraction, the osmolality of body fluids, emotions, behavior, subconscious impulses linked to movement and sensation, pleasant or unpleasant sensations, painful or pleasurable, the cycles of sleep and wakefulness, … and finally, many other key issues. The key impact of this system could explain many of those affected suffer from symptoms that affect many different organs.
There have been some very interesting research about the disease on the level of involvement or who have no other body systems, such as the immune system, for example, but because of space we can not dwell on it. Let alone the Doctor Martin L. Pall of Washington State University, who has analyzed the possible relationship between exposure to toxic chemicals, formaldehyde, benzene, pesticides ,…- with an increase in brain levels of nitric oxide in patients with multiple chemical sensitivity, something that could also be the basis of other illnesses like chronic fatigue syndrome, fibromyalgia, autoimmune diseases (such as MS), asthma, allergies, etc … (8). Their findings may show very interesting avenues for the understanding of many diseases with more or less related to toxics.
The symptoms shown by those affected, especially affected, since more than 80% this disease affects women, are diverse and affect systems such as central nervous system, musculoskeletal, skin, mucous membranes, eyes, cardiovascular , respiratory, gastrointestinal or genitourinary tract. A SQM affected as a result of exposure to toxic chemicals, you may experience difficulty breathing, coughing, hoarseness, otitis, rhinitis, afonía, headaches, fatigue, irritability, loss of memory and concentration, insomnia, mood swings, dizziness, menstrual disorders, weakness, nausea, irritation of mucous membranes, tachycardia, chest pains, palpitations, anxiety, depression, muscle pain, lack of coordination, joint pains, spasms in the esophagus, diarrhea, constipation, problems of appetite, itching, facial swelling, eye pain, gastrointestinal problems, muscle and joint pains, menstrual disorders, vaginitis, impotence, .. can have a major impact on quality of life. As if it were not enough, the SQM is not usually come alone, but often very often overlap with other diseases, such as Chronic Fatigue Syndrome (CFS), fibromyalgia (FM), asthma or allergies
Research conducted in the United States showed that about 11% of Americans have demonstrated hypersensitivity to certain chemicals such as pesticides, paints and perfumes, among others. But obviously, many of these people are not suffering from Multiple Chemical Sensitivity but simply have expressed certain levels of hypersensitivity to certain substances. The percentage of those who had been diagnosed with SQM was 2, 5% (9). In Canada, the data range from 2, 4% and 3% (10). Germany would have had a diagnosis of SQM 0.5% of its population (about 9% of people who would have a special sensitivity to certain chemicals) (11).
Spain have not carried out studies so as specialists and Joaquim Fernández-Solá Santiago Nogué, Hospital Clinic, University of Barcelona, have to settle for estimates based on data obtained in other countries (12) always trying to be cautious with the numbers. The percentages were obtained on a 0, a 0 or 5%, 75% of the population, which in any case would be over 200,000 or 300,000 people (13). Other experts like Dr. Paul Arnold, prefer to be more moderate, estimated at around 100,000 or 150,000 people, the number of people could have a certain gravity of SQM. We’re talking about a 0.2% or 0.3% of the population (14). But even in the lower stages, as we see, we always talking of tens of thousands of people affected. And do not forget that experts found an increased number of cases, the incidence is growing daily. Let us not forget that the phenomenon of hypersensitivity is fairly widespread, so obviously, if certain conditions of exposure to chemicals continue to make progress is not easy to understand that also increase the proportion of people with SQM.
One difficulty that face the people affected by these diseases, «new» or emerging is that there is always a time lag that makes it sometimes too late that they know the investigators get to be taken into account in the general medical practice . And that influence, despite the many clear symptoms and physical evidence to show (15), did not know how many times they are diagnosed. These patients exhibited a large number of mast cell disorder, ranging from problems in the metabolism of porphyrins, via alterations in the thyroid, the adrenals or heart disease, reactive upper airway problems in the process of detoxification, levels some abnormal enzymes, minerals and vitamins, vasculitis, thrombophlebitis, gastrointestinal problems, autoimmune disorders, peripheral neuropathy, reduction of blood flow in SPECT … and many others, including even the alteration of a number of genes (16). However, all these and other signals can not be interpreted by many doctors.
Germany was the first country to officially recognize the disease (17) but is certainly in the United States and Canada where more research has been published about it. In Spain, the Ministry of Labor and Social Affairs, stated in their Technical Notes Prevention (18) and various medical institutions such as the University of Bellvitge, Hospital Clinic and the Vall d’Hebron, among others, serve patients from these ailments (19). However, it is far from what one sees in other countries like USA, where she had dealt with many political, scientific, legal and social (20).
Those affected by SQM is happening in Spain for an ordeal similar to that for a long time passed, and largely still happening, people with Chronic Fatigue Syndrome and Fibromyalgia (and even many years after being fully recognized by these diseases WHO). Although to be precise, very often we can not separate that crosses suffered by those affected by these diseases, since they often overlap in significant percentages. That is, not infrequently, as has been said, who has no SQM at once, for example, an SFC (a disease which, however, can often have their origin in an exposure to toxic substances such as pesticides).
One of the things I find most interesting about this disease is what he has to do with his treatment. And it’s one of the few diseases where you can not allow this fictional separation that so often and with such deadly effect, establishing the separate treatment of prevention. Multiple Chemical Sensitivity in both treatment and prevention are one and the same thing. In fact the most effective therapy is none other than the mere avoidance of exposure to toxic chemicals.
What has been found in the United States to investigate which treatments were making more improvements to these patients (21) is that in 95% of cases what helped most was to create spaces free of chemicals and substances involved and to avoid drugs were included among the worst choices that not only did not improve for patients but often worsen their condition. Here because, unlike other diseases, do not use drugs to forget about all the cases while focusing on treating the symptoms.
This is precisely one of the most important things for us to see this disease: the importance of prevention and avoidance of toxic substances. Because what we say about the SQM is applicable in fact to all other health problems which we discussed in this work.
It was really enlightening to check the advice that doctors in Spain, as some practitioners of the Hospital Clinic of Barcelona, for example, give this type of patients that can not live together with communication channels with heavy traffic, or near gas stations or chemical, petrochemical, metallurgical, or any other source of emission of toxic gases that can live in the countryside, but avoiding, of course, exposed to pesticides and that, among other things-like not to live next to lines high voltage or mobile-phone antennas to avoid the existence in the interior of their houses a number of problematic elements such as certain cleaning products, solvents, adhesives, glues, air fresheners, carpets, paints, plastics, PVC, rubber mattresses , polyurethane or styrene … ) And, if possible, try that in your workplace are taking certain measures in relation to certain elements, such as photocopying, for instance, can release substances conflicting (22). So is eating a toxic diet that leads to these affected only be fed with organic products. It is clear, dear reader that if you follow the guidelines not only affected by Multiple Chemical Sensitivity, but more extensively, all the inhabitants of the Western world, it is likely that the incidence of a number of diseases and health problems that are now growing alarmingly out today very different from what it is.
It is for this that I think we should pay special attention to those who suffer these diseases, so that, unlike what happens today in many cases, they respond appropriately and enable them to areas where they can function freely. Because removing these chemical barriers that today make it impossible for these people work and live normally, they are barriers that can be as solid as a curb for someone with a wheelchair, at the same time ensuring the health of many others those who may not develop hypersensitivity, but does have a high probability of developing various health problems, from cancer to asthma, by many others. In some cities in Canada have understood and create conflict-free chemicals in schools, hospitals, etc.. Nor should we forget that a healthy and just society can not ignore the people who never, for whatever reason, are more sensitive to something, to focus only on those who apparently are «strong.» Although, as acknowledged by the EU authorities for example when talking about children, too many times and have fallen into these errors.
In the interior of many mines had always been a cage with a canary. The reason was that if there is an accumulation of gas which would jeopardize the lives of miners the bird, which was more sensitive, often dying. These birds are called «sentinels of life.» Those affected by SQM, to another level may be the creatures are gestated in pregnant women, are like canaries in the mine «that is our society. Give us a warning that it would be foolhardy to ignore.
When we see that a substance to which we are daily exposed, and even smell which we find pleasant, but produces a reaction to one of these people should think before you think that this is the person who has something strange, that it is that has the problem and that we are «normal» because to us, we believe, «do not affect us.» Before issuing such a trial should investigate thoroughly whether it is true that «we do not affect», thinking that this substance is not harmful. Because there are too many wolves in sheepskin sheepskin even with perfumed. Too much poison with a pleasant smell or taste. Or even that we can not smell or taste but to get our bodies in almost undetectable levels. These levels show that as many investigations, are precisely those that scientists say are causing more havoc on the health of the population. Because part of the problem is that these toxic exposures occur inadvertently and more constant, but in our bodies is an alarm switch that makes us get spared, while the toxic build up and accumulate. Are the affected SQM alarm that we should meet?.
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NOTES:
1 sensitisers. ECOinformas. http://www.istas.net
2 For those interested in learning more deeply the disease refer to my book on SQM, edited by Fundación Alborada.
3 http:://fundacion-alborada.org (Finca El Olivar. Ctra 32400 M-600 Km. 28690 Brunete (Madrid). Tel: 91 8155054)
4 See, for example http://www.multiplechemicalsensitivity.org
5 Miller C, Ashford N, Doty R, et al. Empirical approaches for the investigation of toxicant – induced loss of tolerance. Environ Health Perspect 1997, 105 (suppl 2): 515-9.
6 Anetz BB. Model development and research vision for the future of multiple chemical sensitivity. Scand J Environ Heath 25: 569-73. 1999.
7 Miller CS. Toxicant induced loss of tolerance-an emerging theory of disease? Environ Health Perspect 105: 445-53. 1997
8 Pall ML. Elevated nitric oxide-peroxynitrite theory of multiple chemical sensitivity: central role of N-methyl-D-aspartate receptors in the sensitivity mechanisms. Environmental Health Perspectives 11. No. 12 (September 2003): 1461-1464
9 S Caress and Steinemann AC (2004) A National Population Study of the Prevalence of Multiple Chemical Sensitivity. Archives of Environmental Health 59 (6)
10 Sears M. The Medical Perspective on Environmental sensitivities. (2007). Environmental Sensitivities. Medical Issues. Sears 2007 // Park J and Knudson S. Medically unexplained physical symptoms. Statistics Canada. 12-1-2007 // Statistics Canada, Health Statistics Division, Canadian Institute for Health Information. Health Reports. Supplement to volume 16. 2006 // Statistics Canada. Findings from the 2005 National Survey of the Work and Health of Nurses. 11-12-2006
11 Hausteiner C, Bornschein S, Hansen J, Zilker T, Förstl H. Self reported chemical sensitivity in Germany: A population based survey. International Journal of Hygiene and Environmental Health. Vol 208. Issue 4. 20 july 2005. 271-278.
12 Fernández-Solá, J and Nogué, S. Multiple chemical sensitivity and environmental. JANO 14-20 September 2007. No. 1662. Pgs. 27-30.
13Figures more or less consistent with those suggested in a recent book published by another specialist outreach: Fibromyalgia, the naked truth. Claudine and Victor Ferran Garcia Fructuoso. The Sphere Books, 2008. Page 19.
14 12 a or 13% of the population in different countries countries reported unusual reactions to certain products, a 2 or 3% of them would SQM (Arnold, P. com. Pers.).
15 See, eg, Donnay AH. 1999. On the recognition of multiple chemical sensitivity in medical literature and goverrment policy. Int Journ of Toxicology 18: 383-393. 1999.
16 McKeown-Eyssen G et al. Case-control studies of genotypes in multiple chemical sensitivity: CYP2D, NAT1, NAT2, PON1, PON2 and MTHR. International Journal of Epidemiology 2004: 33, 1-8.
17 International Classification of Diseases and Related Health Problems (WHO) ICD-10-SGB-V. Deutschen Institut für Medizinische Dokumentation und Information, krankheiten der Internationale Klassification Statistiche und Verwandte Gesundheitprobleme, Revision 10, 2000. Classification http://www.dimdi.de concrete as Multiple Chemical Sensitivity Syndrome (MCS) ICD10-Code: T78.4, as can be seen, for example, the Portal für Medizin und Gesundheit (Med-Kolleg) http://www.med-Kolleg. de/icd/M/18239.htm
18 National Institute of Occupational Safety and Health at Work. NTP 557/2000. It also alludes to it in the NTP 595: Plagicidas: risks in applications in interior of buildings. Recognized as one of the diseases that may result from exposure to these compounds.
19 Essentially this is the work of some doctors who know these specific pathologies, in these or other medical centers or inquiries: Nogué, Fernández-Solá, Munné, Alegre, Arnold, Valls, Marquez, Garcia Quintana, Campdelacreu …
Donnay 20 AH. On the recognition of Multiple Chemical Sensitivity in medical literature and government policy. Int Journ of Toxicol. 18: 383-392. 1999.
21 Gibson P R M A N-Elms, Ruding L. A. Perceived treatment efficacy for conventional and alternative therapies reported by persons with multiple chemical sensitivity. Environmental Health Perspectives. Volume 11, Number 12, September 2003. Agreeing with previous studies, Leroy et al. 1996, Johnson 1996, 1997a, 1997b, Gibson 2000 or 1998
22 Also, among other things, warned of some drugs and identified measures physical and mental health treatment and endocrinological. General treatment of persons with Multiple Chemical Sensitivity. Hospital Clínic. November 2006.
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Muy bueno. Gracias por lo que haces.